Capítulo 86 : Dame un bebé I

Yuriel apretó los dientes con rabia. Abrió la boca y mordió con fuerza el labio inferior de Aleandro.

El hombre finalmente soltó sus labios con la respiración jadeante. Hilos de saliva se conectaron entre sus labios.

Los labios de Yuriel estaban hinchados y rojos. Sin aliento, miró a Aleandro con los ojos llorosos.

«¡Aleandro Gilren, cabrón!»

Retiró la mano del agarre de Aleandro y le abofeteó la cara.

El rostro de Aleandro se ensombreció y la arrinconó en una esquina del coche.

«Yuriel Scott, puedes hacer lo que quieras, abofetearme y gritarme. No me enfadaré. Pero no dejaré que me traiciones».

Abrió bruscamente las piernas de Yuriel y le desgarró la ropa interior.

«¡Aleandro Gilren! ¡Estás loco! Todavía estamos en camino!» Exclamó Yuriel con rabia y vergüenza.

El coche de Aleandro seguía aparcado en el parking del apartamento.

Quiso cubrirse las partes íntimas. Pero Aleandro le apretó las manos en la cabeza. Sus ojos no se apartaron de la feminidad de Yuriel y se abrieron de golpe.
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP