El amor es una medicina para el corazón y cuando eres correspondido, el mejor elixir para el alma. ¿Qué más se puede pedir después de una noche perfecta? Despertar sintiendo satisfacción en tu cuerpo y al rodar los ojos ver a ese hombre guapo pelirrojo que nació para ser amado por ella.
Durante un largo rato dejó la realidad y viajó a las estrellas pérdida en el rostro de su amado, su aroma era su perdición y su hombría el pecado que deseaba cometer cada día. Solo, que aunque era correspondida, el miedo tocó a su puerta.
—¡Hola! —abrió los ojos y se encontró con la mirada profunda de Ava.
—¡Hola! ¿Te he despertado? No quería hacerlo. Disculpa.
—No. Es todo lo contrario. Abrir los ojos y encontrarte a mi lado es el mejor de los regalos.
—¿De verdad? ¿Has descansado?
—Estoy renovado y listo para seguir haciéndote el amor hasta que salga el sol.
—¡Ah sí! Solo que ahora es mi turno de tomar el control y no te puedes negar.
Él con mucha satisfacción aceptó y recibió una noche de placer, co