Camila
Desperté en una habitación que no conocía, era una gran habitación, llena de lujos por lo que veía, tenía una venda en mi brazo, ahí recordé el incidente de la noche, como me trataron y me sacaron de allí.
Me levante rápidamente de aquella cama y cuando estaba llegando a la puerta está se abrio dejando entrar a un hombre alto, con cara seria, sus ojos eran de color negros intensos, su cabello corto estaba perfectame peinado, vestia un traje hecho a medida.
—Al parecer ya estas mejor ¿A dónde ibas? —Empecé a caminar para atrás hasta que choque con la cama.
—¿Quién es usted? ¿Dónde estoy? —Al preguntar mis labios temblaron y mis ojos se llenaron de lágrimas.
—¡Tranquila! —Dijo aquel hombre acercándose a mí.
—No se acerque ¡Por favor! Mateme si quiere pero no me haga más daño.
—No te voy a hacer daño ¡No sé que te hicieron! Pero aquí no va a pasarte nada.
—Como puedo creerle ¡No lo conozco!.
—Dejame presentarme, me llamo Vadim Popov —Extendió su mano para saludarme y no la acepte