Dos meses después
Camila
—Últimamente estás muy contenta —Me dice Paula desde su cama mientras yo estaba en la mía cantando una canción al tiempo que bordaba unas sábanas.
—¿Quién yo? —Rei preguntando.
—¡No a la pared! ¡Si tú! —Me lanza su almohada a la cara.
—Nada que ver, solo que de a poco me estoy acostumbrando a la libertad.
—Hablando de libertad ¿Cómo vas en el cabaret?
—¡Bieeeen..! ¿Por qué?
—Nose los domingos vienes hasta muy tarde.
—Eh si.. Me quedo a ensayar con las chicas, ellas viven ahí y me dan clases de pole dance.
—¿Y te lleva todo el día ensayar?
—Bueno no solo ensayamos, también organizamos la ropa de la semana, coser una que otra prenda.
—¿Y solo bailas?
—A qué viene tu pregunta ¿Podrías ser más clara?
—¡Esta bien! Seré sincera.
—Te escucho.
—¿Estas cojiendo a cambio de dinero?
—¿Qué? ¡No! —Llevé una mano a mi pecho fingiendo sorpresa, no podía decirle a nadie lo que estaba haciendo y mucho menos confesar que me gustaba.
—¡Esta bien! No me lo tomes a mal, pero la