Mundo de ficçãoIniciar sessãoDespués de la muerte de sus padres Emily crece conociendo la peor parte del mundo, la vida la lleva por caminos duros y peligrosos, haciendola cuestionarse su lugar en el mundo y su resignción a ello, hasta que cono ce a Sergio, un hombre quien esta descubriendo sus origenes on una lucha interna por saber quien es y quien deberia ser. Esta historia te mostrará la vida del abuso y la explotación, contada bajo un romance inesperado.
Ler maisHabía dormido exageradamente mal aquella noche, solo pensaba en la cirugía que tenía esa mañana, quizás estaba un poco nervioso, tal vez algo ansioso. Nada bueno para su trabajo. Pero la pobre mujer había esperado meses para aquella cirugía y Jake quería que todo saliera bien, de eso dependía la vida de aquella mujer. Jake Matthew era un prestigioso cirujano de la parte este del país, a su corta edad contaba con numerosas cirugías, tanto simples como complicadas, todas y cada una de ellas terminadas exitosamente. El mejor cirujano cardiovascular. A sus treinta años, con su cabellera rizada que le llegaba hasta los hombros, con las numerosas pecas que tenía en el rostro y con la poca vida social que tenía, solo pensaba en una sola cosa, sus pacientes.
— Pare un momento, tengo que tomar aire. — Le dijo a su chofer, Dani. Salió del coche y se recostó a este mientras mirada el pequeño supermercado que tenía en frente. Aquella mañana había un cielo de un hermoso azul. Era muy temprano de la mañana, caminó hacia la entrada del súper y tomó un periódico de la estantería que quedaba frente a este. — Son diez dólares. — Dijo, una suave voz desde detrás de la estantería, quitó los trapos y los cartones que le cubrirían completa y se inclinó hacia adelante, dejándose ver la cara por Jake. — Diez dólares, señor, cuesta el periódico. No vale devolverlo. Ya lo ha tomado. — ¿No es algo caro ? ¿Tan mal está el tema la inflación?— Aunque Jake no tenía idea de cuánto costaba un periódico, le parecía un poco exagerado el precio para unas cuantas paginas de noticias, cuando él tenía todo eso al alcance de las manos solo con entrar al buscador de su móvil. Sin embargo, había sentido curiosidad por aquel periódico y por eso se había acercado. — No es por la inflación, aunque no se que tan mal va, es por mi trabajo y por el que hacen los repartidores. El papel es caro. — El de los repartidores lo entiendo, ¿pero que haces tú ? — Señaló con su mano derecha a la chica que permanecía tirada en el suelo, llena de polvo y suciedad. — Cuido de que no se lo roben, lo recibo cada mañana y lo mantengo ordenado para usted. — ¿Dormida? ¿Haces tu trabajo dormida? — No lo estaba, tenía frío y me había tapado, eso es todo. — ¿Vives aquí? — quiso saber, al ver que ella tenía algunos bolsos a su alrededor, tal vez su ropa o sus pertenencias. — ¿A caso es policía ? — la mujer sacó un poco más la cabeza inspeccionando a Jake, lo miró de arriba hacia abajo con mucho detenimiento. Aquel hombre no le pareció ningún policía. — No eres policía. — ¿Como sabes que no ? Podría serlo. — Ya te habrías ido con el periódico en las manos y sin pagar. Es lo que hacen. Jake abrió el periódico y miró algunas páginas, fingiendo interés. — Me lo llevo. — Metió la mano en el bolsillo del pantalón sacando su cartera. La mujer se puso de pie, se sacudió el polvo y luego caminó un poco más hacia el, cuando Jake abrió la cartera y ella observó que tenía dinero dentro, retrocedió un poco y luego tomó impulso y se abalanzó sobre el, tomando la cartera y saliendo corriendo. Jake la observó mientras huía, su sucia cabellera ondeaba en su espalda, sus pies descalzo pisaban con firmeza el suelo tras cada pisada. Tomó el periódico y caminó de vuelta al coche. La escena le pareció muy graciosa. En algún momento mientras conversaba con ella, había sentido que ella haría eso, sin embargo permaneció allí, hasta que sucedió. — ¿Nos vamos? — Preguntó Dani cuando este había entrado al coche. — Hoy es una mañana muy emocionante. — Miró el periódico que tenía en sus manos. — Me acaban de robar la cartera. — ¿Quiere que vayamos a la policía? — Preguntó algo alarmado su chofer. — Podemos seguir al ladrón. ¿Por donde se ha ido? — Era una ladrona. — miró su mano izquierda que sostenía el periódico y la derecha donde había sentido el roce de la mano de la desconocida. — Dejémoslo así, el periódico me ha salido por trescientos dólares, es el más caro que he comprado hasta la fecha. Sin mencionar el precio de mi cartera. Espero que contenga alguna información interesante. Dani y él se echaron a reír. — Supongo que es la primera vez que le roban. — ¡Lo es! Ha sido emocionante, por un segundo sentí el impulso de perseguirla, pero cuando la miré correr, solo pude quedarme parado observando. — Debía de ser muy buena corredora. — Si que lo era. Cuando llegaron al hospital, todos recibieron a Jake de forma formal en la entrada. Habían algunas cadenas de televisión que querían grabarlo antes de empezar la cirugía, sus guardaespaldas les prohibieron el paso. La señora Charles ya estaba lista. — Buenos días, doctor Matthew. ¿Ha descansado bien? — preguntó una de sus compañeras que le asistiría en la operación. Solía ser muy recurrente con él y ya se tenían un grado mínimo de confianza. — Para nada, solo he pensando en este día. Cuando todo haya terminado y la señora Charles se encuentre bien, entonces podré descansar. Hasta el momento solo quiero empezar y que las cosas salgan bien. — Todo saldrá bien, siempre lo hace. — ¿Te tomas esto como un juego?— intervino alguien desde detrás de ellos. — ¿Como es que no has descansado bien? De tu desempeño depende el resultado de esta cirugía. — Buenos días, director Tyler. — Siempre pasaba por alto el mal humor de aquel director, aquel día no sería la excepción. — ¿Por qué no has aceptado una breve entrevista con los periodistas ? — ¿Cual es la necesidad de presumir? — Jake bajó el ritmo de sus pasos para hablarle mejor. Miró por la ventana la claridad que ya iba entrando de la mañana, serían casi las ocho. — El caso de la señora Charles es uno complicado, ¡ningún otro doctor lo aceptó, más que tú! le dará más prestigio a nuestro hospital si se hace público. — Entonces vaya y ofrezca usted esa breve rueda de prensa, no desperdiciaré ni un segundo de mi tiempo con ese tipo de persona, hasta luego.— Siguió caminando junto a su compañera hacia la sala de preparaciones, dejando atrás al director Tyler, quien lo miraba con el ceño fruncido. — Usted es el único que puede hablarle de esa manera al director, si hubiese sido otro se habría visto en la obligación de dar la rueda de prensa. — Te equivocas, cualquier otro doctor se podría haber negado, no es parte de nuestro trabajo hablar con los periodistas a menos que así lo decidamos. Y yo he decidido que no. — Sonrió sintiéndose victorioso. Abrió la puerta de la sala, se recogió los rizos en una coleta baja, se puso los lentes y entró a la siguiente sala de preparación. A través del cristal podía ver el cuerpo de la señora Charles ya anestesiado, esperando por el.SergioAl final no todo salió tan mal. He de decir que tuve que improvisar mucho para tener un resultado aceptable. Las cosas no han terminado para mí, pero si para ella. Pienso mientras veo el helicóptero perderse en cielo. Tuve que tomar muchas decisiones difíciles en estos días; renuncie a mi trabajo, quedando como traidor, estoy en deuda con la familia de mi padre y le partí el corazón a una linda chica.Lo supe desde el momento que las palabras salieron de mi boca y debo confesar que me fue muy difícil mantener una postura fría mientras miraba en sus ojos el dolor del rechazo. Pero así era como debía de ser.Ahora no sé exactamente si soy un prófugo de la justicia y de interés para el FBI o si soy un héroe y un traidor para mi familia. Quizás Emily tenía razón y debí escoger cualquier cuidad del mundo para empezar de nuevo, lejos de todo este caos. Solo ella yo. Pero es que yo no soy del tipo de persona que deja todo por amor. Eso no está en mí.Tengo cosas que cumplir y ella
Voy en un avión de camino a casa, no sé cuánto tiempo falta para aterrizar, pero sé que es poco, con solo pensar que regresaré a casa hace que me sienta emocionada y asustada al mismo tiempo. No puedo esperar por ver a James y abrazarlo. Quizás no deba contarle todo lo que viví, quizás no a detalle. Quizás solo deba olvidarlo todo, y a él también, junto con sus ojos azules. Mi corazón está más tranquilo, luego de que en la sala de espera del aeropuerto me diera cuenta de que perdí mi luna. Mi pecho comenzó a doler y la desesperación no me dejaba respirar, estuve llorando en el baño, no sé por cuanto tiempo. Hasta que Filipo entró a buscarme. Respiré y respiré hasta que logré calmarme un poco. Me senté nuevamente en la sala de espera y en la silla de al lado estaba “El temor de un hombre sabio” Mi obsequio de despedida. Lo tomo y abro la tapa, esperando ver una dedicatoria como en “La vida secreta de las abejas” respiro profundamente, sabiendo que lo que esté escrito ahí son l
EmilyLa Risa de Gian me despierta de golpe, él y los otros dos están en la mesa comiendo y riéndose de algo de la televisión. Al parecer están pasando algo divertido en las noticias. Sergio se mueve a mi lado. Veo cómo se va despertando y me doy cuenta de que sería un hermoso panorama que me gustaría tener todas las mañanas. Me mira y Sonríe. — HolaLe saludo dulcemente. — Hola— ¿Dormiste bien?— Un poco ¿y tú?— Un poco. Ambos sonreímos mientras nos acercamos más el uno al otro. Nuestros labios se juntan y nos damos el beso más tierno, dulce y puro que jamás nos habíamos dado. — ¡Hey!, ustedes par de tortolos, ya casi es hora de irnos. Y justo en este momento, Gian no me agrada tanto. Expulso un suspiro de frustración y Sergio suelta una pequeña risita. Nos levantamos, nos ponemos los zapatos y nos sentamos a comer con Gian, los otros dos ya han terminado y están cargando cosas para guardarlas en la camioneta. — Han hablado toda la mañana de lo que paso anoche. Es un ver
Sergio El agua caliente corre por mi cuerpo dejándome una sensación de relajación, después de todo lo que ha pasado esta noche la tensión se había apoderado de el.Después de todo estoy contento con el resultado , al final todo salió como lo planeado solo hubo una ligera desviación de el plan.Emily.Yo debía de estar con el equipo, debía ser parte del operativo, debas poner mis manos sobre Vladimir Jakob yo mismo, así como lo planee hace meses. Debía darle la palia que se merecía antes de encerrarlo.Pero si o hacia, si me dejaba llevar por la ira, por finalizar mi venganza Emily habría muerto junto con el resto de personas de ese club.Michael me dejo bien en claro que no movería ni podría en riesgo equipo por salvar la vida de las prostitutas, ellas forman parte del daño colateral y la muerte de ellas beneficia al departamento y ayudan a aumentar los cargos y años de pena que probablemente Vladimir Jakob se podrá quitar.Porque finalmente lo encontramos justo en el momento exacto
El sonido de una puerta cerrándose me ha despertado.Uno de los hombres de al lado se ha bajado para abrir un gran portón. La luz comienza a iluminar el día. Aún sigo adormilada. La camioneta avanza nuevamente, y se cierra el portón. Otra vez oscuridad. Todos bajan del auto, se quitan sus chalecos y lo dejan en una bolsa negra de basura. Sergio me ayuda a quitarme el mío. Veo que lleva la pequeña arma que me dio en el club, en su cintura, llevo mi mirada hacia mis manos y no recuerdo en qué momento se la devolví. La verdad es que ya casi no recuerdo nada, es como algo que nunca pasó, como un mal sueño.Las últimas imágenes que tengo presente es que mientras la camioneta avanzaba en su huida, unas llamas consumían en Luxur por completo. Se veía tal y como el infierno que era. Sergio me toma de la mano y me guía por una puerta. Parece ser una bodega, hay filas de sacos apilados, con quien sabe que sea. Al final de la bodega hay una puerta, Gian la abre y es lo que parece ser un
— Lo siento he mojado tu camisa.Veo su hombro totalmente empapado por mis lágrimas.— Tranquila, está bien.Me regala una bonita sonrisa combinada con esa mirada tierna que me hace sentir como una chica normal.Se escuchan dos golpes en la puerta, anunciando que se ha acabado el tiempo. Él mira su reloj yconfirma que ha pasado una hora. Eso es extraño porque él suele pagar la noche completa, desde que Jakob tiene esa promoción en el club.— Ve a vestirte, necesito que entres al baño cierres la puerta y no la abras hasta que yo te diga ¿tienes el celular?Corro al closet y busco mi caja de zapatos, tomo el celular y observo las otras cosas que tengo guardadas ahí.— Podrías llevarte esto, no me gustaría perderlasÉl se queda pensando un momento, toma su chamarra y envuelve mis recuerdos con ella.Yo quito mi collar de luna de mi cuello y se lo doy para que la guarde también.Vuelven a tocar la puerta dos veces.Él se acerca a mí y me da un tierno beso.— Tranquila sí, hoy saldrás de
Último capítulo