14. La sombra
La recién llegada parecía haber recuperado un poco de su compostura, aunque sus manos aún temblaban, evidenciando el miedo que sentía. Kaya frunció el ceño, mirando de reojo a su madre y luego a la mujer.
—No puedes estar hablando en serio, madre —dijo, su voz firme aunque algo vacilante —Algo no encaja aquí.
Elara Vaughn se encontraba de pie en el centro del salón principal, rodeada de miradas acusadoras, las palabras de Zoe aún resonando en sus oídos. Cada vez que se repetían las palabras, como un eco cruel, más le costaba creer que estaban hablando de ella. Había llegado a la mansión con la esperanza de encontrar respuestas, de descubrir más sobre su esposo, sobre la familia a la que ahora pertenecía. Pero en lugar de eso, se encontraba en una pesadilla de acusaciones y desconfianza.
Zoe, visiblemente furiosa, la apuntaba con el dedo como si fuera la culpable de todos los problemas que la familia Vaughn había enfrentado. La acusación era directa, y la forma en que la miraba, con oj