Dicen que tomar una decisión bajo presión es una de las cosas más difíciles. Para mí no lo fue, el amor no se juzga y mucho menos se deja ir, eso es lo que Melissa me enseñó.
La veo y no puedo retener la incertidumbre que me invade. Es tan pequeña, tan débil y frágil.
Veo como se remueve entre mis brazos. Abre los ojos y puedo leer sus pensamientos.
«No te cases»
- ¡Buenos días bella durmiente!
- Buenos días Leo- se remueve un poco en la cama, en ese momento escucho el timbre sonar.
- ¿Quién es?- Frunzo el ceño y me levanto, de reojo veo como la pequeña pelirroja se cubre los ojos con la sábana.
Río para mis adentros y me dispongo a ponerme un pantalón de chándal.
El timbre sigue sonando como loco, sin humor me dispongo a abrir.
-¿Es enserio?
- ¿En dónde está? Pregunta bruscamente Eiden
- ¿Por qué mierdas entras de esa forma?
- Te vas a casar, no permitiré que mi hermana se convierta en tu juguete- la ira crece en mi, lo estampo contra la pared y lo tomó su cuello.
- La amo, y si cree