Inicio / Romance / La Hija de mi Esposa: Mi Tormento / Capítulo 31. Entre árboles y piel
Capítulo 31. Entre árboles y piel

El amanecer entraba a la cabaña como una confesión silenciosa. La luz dorada se filtraba por las rendijas de las cortinas, rozando la madera y nuestros cuerpos aún enredados.

Alejandro se incorporó primero, con el cabello desordenado y la respiración más tranquila, pero sus ojos seguían cargados de algo que no se había saciado del todo.

Yo lo observaba desde la cama improvisada: su espalda fuerte, las marcas en su piel, el silencio que lo envolvía. Sentí que el mundo entero se detenía en ese instante, suspendido entre lo correcto y lo inevitable.

—Voy a salir a caminar un rato —dijo, buscando su camisa sin mirarme.

—Voy contigo —respondí antes de que siquiera pudiera pensarlo.

Él se giró y asintió con un leve movimiento de cabeza. Nos vestimos sin prisa, pero sin palabras. Había cosas que ya no necesitaban lenguaje.

El bosque nos recibió frío, húmedo, vivo. Las ramas crujían bajo nuestros pasos y el canto lejano de algún ave marcaba el ritmo del silencio. Caminamos sin rumbo claro, al
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP