—No sé por qué te sigues cubriendo, conozco cada centímetro de tu cuerpo a la perfección —dijo contra su boca, mientras Frida se escondía detrás de sus manos.
—Se llama vergüenza y es algo que claramente no tienes —dijo Frida con una sonrisa y recogió su lencería—. Solo espero que nadie más se haya