Capítulo 80 —Bienvenidos a casa
Narrador:
Maya estaba de vuelta en su habitación, aún cansada, pero con el corazón latiendo con una emoción distinta. Liam no se había movido de su lado, sentado en la butaca junto a la cama, con la mirada fija en la puerta, como si esperara que alguien entrara con noticias sobre su hijo.
El silencio entre ellos era cómodo, pero cargado de expectación. Entonces, la puerta se abrió y una enfermera entró con una sonrisa amable.
—El bebé está estable —informó, y Maya sintió cómo el aire volvía a entrar en sus pulmones—. Ha respondido bien y, si todo sigue así, en unos días podrán sostenerlo por primera vez.
Maya dejó escapar un sollozo de alivio y Liam tomó su mano, apretándola con fuerza.
—¿Han decidido el nombre? —preguntó la enfermera con amabilidad—. Queremos asegurarnos de que su identificación esté completa.
Maya sintió que su pecho se oprimía. Miró a Liam, y él simplemente le sostuvo la mirada, esperando que ella lo dijera.
Maya tragó saliva y con u