Vanessa sintió una punzada de resentimiento.
—Esto no es difamación; lo que ella ha hecho seguramente es mucho peor que esto.
—Aun así, necesitamos pruebas —insistió el policía con paciencia.
Incapaz de refutarlo, Vanessa se quedó sin ganas de seguir hablando.
Sin embargo, el oficial tomó en cuenta varias de sus observaciones, abriendo una investigación formal sobre el caso y revisando archivos relacionados para verificar posibles conexiones.
En el hospital, Cassandra estaba afligida al ver a Mariah llena de heridas. Durante la cena, insistió en darle una gran porción de sopa nutritiva.
—De verdad ya no puedo comer más —dijo Mariah, con gesto exasperado.
Al verla tan incómoda, Cassandra se dio cuenta de que había exagerado y se detuvo.
Después de la comida, Mariah comentó que se sentía demasiado llena y quería bajar a caminar un rato, justo cuando Cassandra estaba a punto de irse.
A Leonardo le dio mala espina y las acompañó.
Una vez abajo, Mariah recordó que no había terminado su pap