El hotel estaba en completo silencio, las personas, al ver al hombre que pasaba sucio de lo que parecía carbón, se espantaban
Mucho incluso creyeron que era un indigente que había tenido la desvergüenza de entrar a un lugar como este
Mientras otros los observaban llenos de precaución, para Ares era algo sin importancia, pero en cuanto observo a su secretario, que tenía una expresión llena de pánico
En lo que caminaba hacia él, noto que tal vez se veía como se sentía, su cuerpo dolía, sentía sus pulmones pesado y sentía que solo necesitaba, de manera desesperada, poder dormir
Estaba tan cansado, la presión que había sentido en aquel momento en el que entro a aquel lugar, lleno de miedo
Había sido tan fuerte, que ahora mismo solo pensaba en que necesitaba descansar
—¿Señor? Ay por los dioses, mi señor, ¿Qué le ocurrió? Por favor suba, vamos arriba
Ares, camino hacia el ascensor, mientras Jasón, parecía cerciorase, que nada en él estuviese herido, que su cuerpo, ningún tipo de quemadura