Dante se había quedado en silencio, él solo observaba, hacía le vacío, parecía ser que aún esperaba a la persona que visitaba
Que al parecer tenía a alguien con quien tener una conversación en aquel lugar, pero la verdad era que la visita ya había acabado
No había nada más que le llamara la atención, no había nada más que quisiera observar, solo estaba allí en completo silencio
Por lo menos lo fue hasta que la guardia de seguridad, aquella que se había llevado consigo a Nara, camino hacia él y le mostró una pequeña expresión lastimera
Sin duda alguna no una buena noticia a cualquiera que le interesara la seguridad de Nara
Era una pena que, a él, ya no le importaba mucho aquella, pues justamente deseaba con todo su ser, que no fuesen buenas noticias
Por lo menos no para ella
—Señor Marras, tengo malas noticias
Una pequeña sonrisa surgió de sus labios, observo a la mujer con un brillo malicioso en sus ojos e hizo una señal para que esta continuase
—La señorita Nicolau de camino a su cel