El lugar estaba lleno de personas, la verdad era que tener una cita de aquellas era algo inusual, viniendo de parte Ares
La verdad era que no tenía amigos, no tenía siquiera una sola persona que lo recordara con cariño, por lo menos eso pensó
Lo hizo hasta la noche anterior, aquella en la que no había podido dormir, ¿noche? Tal vez debió decir madrugada
Aquella en la que podría decirse, que dio vueltas de un lado a otro en la cama, intentando entender todo
Pero no había explicaciones, no más que aquella que le gritaba, que no era más que un cobarde, un completo cobarde, un hombre que, definitivamente, le faltaba más conciencia
Estaba enojado consigo mismo, las llamadas de su madre las había ignorado, sin contar que había indicado a su secretario, que buscara una buena residencia en París
Además de pedir que reconstruyeran la villa de la playa, creía que por lo menos debía hacerlo, Nara, ella lo había hecho
Se lo había dicho con el mayor cinismo posible, esa mujer, de verdad que era un