Parecía que Alejandro se había levantado temprano; seguro no volvió a dormirse mucho tiempo.

Después de desayunar, Sofía se dirigió a la oficina. No se quedó mucho tiempo en casa; la situación de la empresa la tenía preocupada. Antes de irse, le mandó un mensaje a su madre para preguntarle si ya la habían dado de alta.

Aunque la conocía bien, no tenía idea de cuándo saldría del hospital. Así que, no perdía nada con preguntar.

Ella, que descansaba en casa, se sorprendió un poco al ver el mensaje. Esperó un momento antes de responder.

[Estoy bien, ya me dieron de alta. No te preocupes por mí.]

En ese momento, Sofía iba manejando y no vio el mensaje. Cuando llegó a la oficina, sacó el celular y leyó la respuesta. Eso confirmó sus sospechas. Se imaginaba que saldría pronto del hospital, pero no sabía la fecha. No esperaba que actuara tan rápido.

Tecleó una rápida respuesta en la pantalla.

[Mamá, por favor, descanse bien. No se preocupe por la empresa, yo me encargo de todo por aquí.]

Al le