Javier estaba en plena junta; la diferencia de horario con su país lo complicaba todo.
Pensó en ignorar el mensaje, pero al instante recibió otro de su hermana.
[¿Viste mi mensaje? Si sí, solo contéstame para saber. No te preocupes por venir, en serio, yo puedo sola].
Jimena continuó escribiendo.
[Sé que te he estado enfadando mucho últimamente, pero ya crecí. Creo que puedo manejar esto. Además, si vienes no va a servir de mucho, y hasta podrías hacer que Alex empiece a sospechar].
Tenía la ligera sospecha de que algo no estaba bien entre Alejandro y su hermano, aunque no sabía con certeza qué era. Lo único que tenía claro era que debía evitar que se vieran a toda costa.
Si no, su hermano descubriría lo que pasaba entre ella y Alejandro.
Al principio no le había preocupado, pero con el tiempo, ella misma había notado que la situación era extraña. Después de todo, ellos dos eran amigos del alma desde hacía años. Ella siempre había estado ahí, siguiéndolos a todas partes. Si la descubrí