—¿No estabas enterada de lo que pasó?
Ricardo se extrañó un poco.
—Pero, según yo, todo esto me lo dijiste tú, ¿o no?
La confusión de Sofía aumentó.
—¿Qué dije? Señor Valdés, con lo que me está diciendo, ahora sí que estoy confundida.
Miró de reojo la expresión seria de Ricardo, y sintió que algo no cuadraba del todo.
Ella podía ver en su expresión seria que no estaba mintiendo.
Además, pensándolo bien, ¿por qué mentiría?
Sobre todo, porque se trataba de una colaboración entre ellos.
Esta vez, hasta Ricardo notó que algo andaba mal.
Al ver la cara de desconcierto de Sofía, él también empezó a creer que este asunto no tenía nada que ver con ella.
Después de todo, era una colaboración entre ellos. Si en serio se echaba a perder, ¿qué ganarían con eso?
Al ver que Ricardo había entendido, respondió con seriedad:
—Señor Valdés, creo que deberíamos poner las cartas sobre la mesa y hablar sin rodeos.
—De acuerdo, entonces tampoco me andaré con rodeos.
Ricardo se puso serio.
—Con lo que se dec