La asistente observó cómo Sofía ideaba rápidamente una estrategia y se sintió gratamente sorprendida.

Era nueva en el puesto y aún no conocía bien a Sofía.

Hoy, al ver las noticias, sintió que el mundo se le venía encima.

Pero se daba cuenta de que su jefa tenía con qué responder.

Esto la tranquilizó bastante.

Sin embargo, antes de que pudieran tomar un respiro, nadie imaginó que los acontecimientos posteriores estallarían con tanta rapidez.

Poco después, la joven asistente no pudo controlar la situación y tuvo que correr de nuevo a buscar a Sofía.

—¡Directora, tenemos problemas!

—Los proveedores que colaboran con nosotros… no es solo el que le mostré. Sino muchos otros, uno tras otro, están cancelando los suministros. Los proyectos que tenemos en marcha tendrán que detenerse.

La mano con la que sostenía la pluma se detuvo en seco; de golpe se dio cuenta de la vertiginosa velocidad con la que se desarrollaban los acontecimientos.

Todo parecía impulsado por una fuerza oculta y poderosa.