Sofía, frente a la computadora, repasaba mentalmente, uno tras otro, diversos planes e ideas.
Entretanto, la noticia sobre la estrategia de Sofía y el despido de Carmen no tardó en llegar a oídos de Valeria y de su madre, Lorena.
***
En la residencia Vargas.
Lorena no había ido a la oficina ese día y se encontraba en casa con su hija.
La vez anterior, a raíz del incidente con Eduardo, Valeria se había marchado de casa, furiosa.
Ahora, a solas con su madre, la situación era un tanto tensa.
Observaba el rostro impecable de su madre, quien, con una taza de café en la mano, estaba absorta en su lectura, sin mostrar la menor intención de dirigirle la palabra. Apretó los puños con disimulo.
Respecto al incidente anterior, Eduardo ya le había dado explicaciones a Lorena.
Sin embargo, aunque en su momento ella no había dicho nada abiertamente.
Valeria percibía claramente que, aunque su madre hubiera perdonado a Eduardo, aún necesitaría tiempo para procesarlo por completo.
Al fin y al cabo, Sof