—Le prometí a tu papá que te vigilaría aquí en la casa. Ni pienses en que te voy a dejar salir.
—Mamá, en serio tengo que salir, es algo importante —le explicó a su madre, con un tono de urgencia.
Sabía que su padre lo tenía vigilado los últimos días, pero si no lo dejaban salir, esa mujer seguiría ganando una fortuna y él no vería ni un centavo. Y eso sin contar la posibilidad de que otro hombre estuviera rondando a Sofía. Solo de pensar en eso, un sabor amargo le invadía la boca.
Su madre preguntó con calma:
—¿Y qué asunto tan importante podrías tener tú? Tu papá fue muy claro: quería que te vigilara en casa. Así que más te vale obedecer.
Al escucharla, se sintió indeciso, pero el recuerdo de una reciente llamada seguía resonando en su mente. Apretó los puños, tenía que salir hoy, como fuera.
Como no le quedaba de otra, decidió contarle a su madre lo que había descubierto.
—Mamá, ¿te acuerdas de Sofía?
Buscó en internet "Inmobiliaria Panorama" y se lo mostró en su celular.
Le enseñó