Capítulo ochenta y seis. Gracias por existir

Gracias por existir

Un ligero gemido escapó de los labios de Paula aquella mañana, mientras sentía un cosquilleo recorrer su cuerpo, la piel se le erizó al sentir los cálidos labios de Arturo deslizarse por su columna vertebral, sus manos recorriendo cada rincón de su cuerpo, hasta llegar al centro de su placer.

—¿Qué haces? —preguntó con voz ligeramente cansada, pero cargada de pasión y deseo.

—Quiero hacer hacerte el amor… —susurró bañando con su aliento cálido el oído y rostro de Paula.

—¡Lo hemos estado haciendo casi toda la noche! —expresó Paula sin apartarse del toque ni de los labios de su esposo.

—No cuenta, apenas el reloj ha marcado la media noche es un nuevo día —refutó Arturo complacido.

Paula dejó escapar una ligera carcajada antes sus palabras.

—Era audaz, pero no me has convencido —dijo entre risas.

—¿Aún no? —preguntó el hombre, dejando suaves besos y mordidas sobre el hombro desnudo de Paula.

—No…

—¿De verdad? —insistió.

Paula asintió, mientras dejaba escapar, un son
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo