Punto de Vista de Mia
La orquesta cambió a algo más lento, más íntimo. Las parejas se acercaron más en la pista de baile, perdidas en sus propios mundos. Nadie parecía notarnos en nuestro rincón.
—Déjame ir —lo fulminé con la mirada—. Vienen hacia acá.
Me miró por unos segundos. Kyle soltó mi muñeca, dando un paso atrás cuidadoso. Ya podía sentir moretones formándose bajo la delicada pulsera.
—¡Ahí están! —la voz de Scarlett cortó la tensión como un corcho de champán explotando. Apareció junto a nosotros en un remolino de seda blanca y diamantes, sus mejillas sonrojadas por el baile.
Empujó a Kyle. —Mia... ¿qué pasa?
Jeo me miraba con algo de tensión. Él y Scarlett eran bastante hostiles hacia Kyle, especialmente después de todas las cosas por las que había pasado con mi divorcio.
—Nada —me fui con Scarlett y Jeo.
Detrás de nosotros, escuché el sonido distintivo de cristal haciéndose añicos. Cuando miré hacia atrás, Kyle estaba solo, rodeado de los restos de lo que había sido una copa