Punto de Vista de Mia
Los golpes continuaron, cada golpe haciendo que mi corazón se acelerara más rápido. La voz de mi padre atravesaba la puerta, ese tono familiar de autoridad que me aterrorizó durante mi adolescencia: —¡Mia Williams, abre esta puerta inmediatamente!
Capté el ojo de mamá al otro lado de la habitación. Su rostro se endureció, mostrando determinación.
Tras despertar del coma, mi madre jamás volvió a encontrarse con mi padre. Desconozco qué sintió ella al respecto. Sé que en algún momento también anheló el cariño de su marido, tal como yo lo hice. Pero mi padre era evidentemente un oportunista sin escrúpulos. Es posible que incluso haya intentado asesinarla para quedarse con sus bienes.
—Quédate sentada —me dijo firmemente, su voz sin dejar lugar a réplica—. Tu tobillo necesita descanso.
—Yo me encargo de esto —dijo mamá, su mentón levantándose mientras se movía hacia la puerta con sorprendente gracia a pesar de su propio tobillo lesionado. Scarlett apretó mi mano.
Mamá