—Gracias por acompañarme. —Logan sostuvo la mano de su esposa. —Si no fuera por ti, yo no habría superado esto.
—¿Qué dices? —La miró con una sonrisa. —Eres la mujer más fuerte y valiente que conozco. —Besó sus labios. —Solo tú tienes el crédito de todo, mis hijos y yo solo te echamos porras. —Isla carcajeó.
Ya había pasado cinco meses desde que volvieron al Reino Unido. Ella encontró a una psicóloga que de verdad la ayuda y ha estado superando todo lo que pasó.
No sabía que tan rota estaba, lo que Elkin y Estrella hicieron con ella fue algo cruel. El daño psicológico que tenía era extremo, pero el amor de su esposo e hijos la han ayudado a superar, perdonar y soltar.
—Buenos días. —La psicóloga la recibió como siempre, con una enorme sonrisa en los labios. —¿Cómo te encuentras hoy, Isla?
—Feliz. —Fue sincera. —Finalmente, puedo saber lo que es una felicidad genuina, además… —Le mostró el dedo anular de la mano izquierda. —¡Mi esposo me ha pedido matrimonio nuevamente y nos