Faitth estaba frustrada por todo lo que estaba pasando a su alrededor, por alguna razón su padre se enteró de todo lo que estaba pasando entre ella y Marcos y no tuvo peor momento para visitarla que justo cuando ella recibió esa llamada.
Habían pasado dos días desde que recibió la llamada del hospital donde tenían a Marcos y ella no había podido viajar porque su padre estaba siendo difícil y quería que ella lo pensara muy bien antes de estar ahí para el hombre que la abandonó dos veces.
―Christian es mejor hombre que él. ―Alastahir miró a su hija enojado. ―¿Por qué no lo dejas resolver su problema solo? ¡Ya no te corresponde correr detrás de él! ¡Te dejó, hija! ―Faitth miró a su padre con frustración.
―¿Por qué tienes que ser tan difícil? ―Preguntó ya cansada. ―¿Cuándo vas a entender que Christian no significa nada para mí y que no estaré con él ni aunque Marcos se muera? ―Suspiró agotada. ―Papá, que me retengas aquí solo empeorará todo, ¡Necesito ir con Marcos! ―Sollozó.
―Quizás Chr