POV: Irina

—Esta noche vamos a salir —me dijo Gaspar mientras se ajustaba los gemelos frente al espejo.

—¿A dónde?

—A un evento privado. Viejos conocidos, algunos negocios... y tú. Quiero que todos sepan quién eres.

La forma en que lo dijo me hizo sentir tanto orgullo como nerviosismo. Pasé más de una hora eligiendo un vestido negro de seda que se ajustaba a mi cuerpo como una segunda piel.

Gaspar me miró de arriba abajo antes de salir, sonriendo con aprobación.

—Perfecta.

El lugar era un palacio renacentista adaptado para recepciones, con lámparas de cristal, techos pintados y música de cuerda de fondo.

Desde el momento en que entramos, todas las miradas se posaron en nosotros. Gaspar caminaba con la seguridad de quien sabe que controla la sala; yo, tomada de su brazo, sentía su calor y su dominio en cada paso.

No tardó en aparecer un tipo inmerso en el mundo de Gaspar, que sonreía de forma demasiado amplia para ser sincera. Sus ojos me recorrieron de arriba abajo con un descaro apen