Mundo ficciónIniciar sesiónAMBER PIERCE
El trayecto comenzó silencioso, y ¿cómo no?, mientras nos acercábamos yo no podía evitar pensar en Byron y Karen, en cómo se habían burlado de mí. ¿Byron se enojaría de saber que había golpeado a su amante? ¡Solo eso faltaba!
Entre más lo pensaba, más me tensaba y más me preparaba para la guerra, inundando mi mente con conversaciones que aún no ocurrían y posibles respuestas que me parecían inteligentes.
Entonces Dylan encendió su estéreo y puso algo de música, sacándome de mis pensamientos.
—Lo siento, no soy bueno lidiando con el silencio —contestó con esa sonrisa arrogante y encogién







