Cap. 42 Enfrentando al diablo
“¡Qué se lo coma! Maldito niño, hijo de Edward”
Gerald entró al palacio en donde estaba dirigiendo Abner los ataques, escuchaba su risa malévola:
—¡Corran ratas de Vlaeron!
El rugido de los Eliment era estremecedor, tenían por ese lado una dura batalla afuera y él debía equiparar las fuerzas y su objetivo eran las tablas, si las destruía entonces habría ganado.
Vio las tablas cerca de su mano, tenía que luchar por ellas y de repente creó un portal en donde se metió y salió detrás de Abner y le dijo:
—¡Asesino de Salem!
Abner se dio la vuelta y vio al joven y se le fue encima:
—¡Crees que me vas a sorprender!
Lo tiró contra la pared, tenía la fuerza de 10 hombres y entonces lo apuntó:
—Fuego…
Una bola de fuego se dirigió contra Gerald que dijo:
—Pared de viento.
De repente un viento lo cubrió avivando el fuego a su alrededor.
—¡Estúpido!
Gerald colocó su mano en tierra y dijo:
—Muévete…
La tierra debajo de Abner se movió y este cayó al suelo.
—¡Maldito! ¡Rayos!
Un rayo