Cada bloque era puesto en lo que un día fue Salem. Gad miraba con esperanza ese nuevo despertar y acarició las tablas en donde se ponían los 4 elementos unidos con la llama del Espíritu.
Gerald miraba la construcción hecha y Amber se le acercó:
—¿Eso es una casa para ti?
—No se ve mal…
—Definitivamente, eres un gran tonto, no me gusta hazla de nuevo.
Eso enojó a Gerald que le lanzó una bola de agua.
—Eso te costará Gerald—lo perseguía ella.
Él corría riendo y burlándose de ella. Un nuevo ánimo los envolvía a todos, ahora iban a comenzar de nuevo y ya todos los respetaban, pues sabían que el poder que dominaban era superior.
Un año después…
Acsa fue a visitar la renovada aldea de Salem, sus hijos ya caminaban y corrían emocionados a saludar a todos.
Gerald salió a recibirla y vio a Edward más centrado que otras veces:
—Miren qué belleza de niños.
—Querían conocer de Salem y las historias que le hemos contado.
—Y aprender—secundó Edward—es más, quiero aprender, desde que Acs