La Debilidad del Rey Vampiro
La Debilidad del Rey Vampiro
Por: GenEsys
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----Rey Vampiro Kyllian-----

Recuerdo la última gota de sangre real que nos hizo dueños de todo, tan insípida y amarga, como la muerte de los que más amaba.

No fue lo que esperaba, sé que mi padre no hubiese estado orgulloso de lo que hice, sus palabras siguen allí como pequeñas puntadas que me sacan el orgullo de haber logrado vencer en esta gran guerra.

"Las especies deben convivir en equilibrio, la guerra solo nos regalará masacre y muertos ,es un capricho de los poderosos"

Pero yo sabía que no había sido así, consentía que ellos habían atacado primero, nuestras caza se tornó insoportable, la población de vampiros descendió ampliamente y no pudimos permitirlo.

Mí liderazgo jamás fue premeditado ,mientras la sangre de mí familia yacía a mis pies masacrada por soldados humanos que no tuvieron piedad ,sobre todo de mis hermanas menores, mi ira se expandía dando forma al Rey que renaceria del infierno que estaba viviendo.

El rey de los humanos, era un maldito cobarde que me ofreció la sangre de su esposa con tal de no lastimarlo a él, una burla en su total existencia. Disfrute drenarlo y sentir que el nombre de mi familia estaba siendo vengado, en cada gota.

Cualquiera pensaría que los elegidos por los cielos tendrían una sangre deliciosa, capaz de saciar a cualquier monstruo vampiro,pues aquello no era así, o por lo menos para mí.

Mí paladar se contraía ante tanta sangre sucia de humanos asquerosos y cobardes, que se habían llamado así mismos...Reyes.

La guerra estaba llegando a su fin ,si bien quedaban algunos poblados de humanos que se resistían, sabíamos que habíamos ganado, que su sometimiento total era cuestión de un tiempo muy corto.

Vivir tanto tiempo en las sombras no nos hizo crueles porque sabíamos que éramos diferentes a ellos y el sol les hacía daño a la mayoría de mi especie, pero el día que quisieron esclavizarnos le pusieron fecha a su extinción.

Decidimos atacar y arrebatarles la mitad de su mundo, demostrándoles que no iban a poder ser nunca, más que nosotros, ¿En qué momento se tuvieron tanta Fe de triunfar?

Nuestras armaduras siempre estaban empapadas de sangre y a todo humano que se resistía a nuestro nuevo reinado se le daba la opción de luchar hasta la muerte con uno de nosotros y en caso de ganar, vivir para la servidumbre.

No teníamos problemas en conceder la muerte, aunque su cuerpo iba a ser drenado completamente, claro.

Aún recuerdo las historias de mí padre, cuando me habla de que los Dioses no nos habían creado para matarnos entre nosotros, que el equilibrio entre especies era indispensable.

¡Al Diablo con todo eso!, Nos encadenaron y torturaron, se llevaron a mis hermanos y hermanas , nos descuartizaron e incluso experimentaron con nosotros, era hora de que la raza humana sufriera por sus pecados.

En las noches aún podía sentir los gemidos de dolor de los Dioses, pidiendo piedad por los débiles, pero ya era tarde, nosotros no ibamos a ser tolerantes con ellos, ¡No más!

Ríos de sangre nos separaban , me alimenté de miles y no me arrepiento,eran ellos o nosotros, jamas sentí el placer que sentían mis soldados al beber de ellos.

En mis momentos de soledad pienso que es un castigo,que ésta sed que me arrasa y me enloquece queriendo salir en busca de algo que desconozco no puede ser nada más que un vuelto de alguna deidad, por ir en contra de sus designios.

—Señor...—escucho a mis espaldas—el último humano de este lugar confesó que a unos kilómetros todavía hay más de su especie.

—¿Acaso no quiso seguir viviendo?

— Según sus palabras no quiere vivir como un traidor,mí señor.—de alguna manera lo entendí,entregar a los suyos, sucumbir por unos cuantos golpes o incluso el miedo más grande, era de cobardes.

—Dime Allister, en donde están estos seres humanos...?

— Él hablo del bosque de los muertos, no tardaremos mucho en llegar, aunque creíamos que era un lugar inhabitable, el frío allí es insoportable, dicen que no hay ni siquiera fauna o vegetación en el lugar, solo troncos viejos, y mucha nieve, que cubre siempre el lugar.

Día y noche ,nieve tras nieve.

No fue hace mucho cuando se dieron cuenta que iban a perderlo todo, que les llevabamos ventaja, y fue así que muchos dejaron de ser soldados que combatían a favor de la humanidad para colgarse en los árboles de aquel bosque, dicen que después de ver tanta muerte el bosque pereció y fue condenado a la oscuridad hasta la llegada de la nueva esperanza.

Cuando la desolación fue inminente,depositaron su esperanza en un milagro externo a ellos, uno que yo sabía muy bien, nunca llegaría.

Hasta que inesperadamente,soñé con ella.

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Su cabello largo y negro, su piel blanca y tan perfecta,podía divisar dos hermosos lunares en su cuello, no pude evitar hacer una mueca de satisfacción, me agradaba lo que veía, tan apetecible.

ÚNICA.

Me observaba entre los árboles y miles de enredaderas repletas de rosas parecían haberse apoderado de todo el lugar, pero solo tenía ojos para ella.

La vi correr entre la vegetación, con sus pies descalzos,en mi pecho una desesperación me arrancaba el aliento, no quería que se lastime.

—¡Detente!

Le ordené imponiéndome cómo el rey que era, pero aquello no funcionaba, su figura se perdía entre una inmensa caída de nieve que la cobijaba.

Al fin desperté.

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