~Isabella~
Dejé que un lobo con aires de grandeza me distrajera de mi objetivo, que, como dije antes de salir de Camden, no era otro que proteger a mi mate. Al lastimar a dicho lobo, giré rápidamente al oír un quejido que reconocía a la perfección. Abrí mis ojos desorbitados al observar que el déspota de Vernom había cargado contra Ryan, mientras que muy cobardemente, Xavier y otro de los suyos retenían a la fuerza a Chase y Hunter.
Siempre he oído eso de las personas medicina; eso es lo que Ryan ha sido para mí desde el primer momento que puse un pie en la isla. Fui alguien solitaria, propio de cuando no conocía mi entorno y a las personas que en dicho lugar habitaban; todos me observaban como a un bicho raro y así me empecé a ver a mí misma, hasta que él se acercó y, por primera vez, pude conversar con alguien algo más que monosílabos. No importaba de lo que hablásemos, siempre me escuchaba con atención, sin detenerme, sin juzgarme. Me sentí cómoda a su lado, dándome la total confi