~Alessandra~
Este hogar ya es un jaleo desde primera hora del día. Menos mal que, gracias a la última reconstrucción, los chicos hicieron habitaciones de sobra. Anoche se quedaron a dormir en nuestra casa, bueno, en la de mis padres. Ahora, a buena mañana, todos estamos en la cocina: Scott y Matías les dan de comer a mis hijas; mis padres, a mis hermanos; por otro lado, están Connor, Ezequiel, Christian y su esposa preparando el desayuno para todos, mientras Ashley, Paula y yo ponemos la mesa.
Luego están Derrik y Ada. Ella me llamó anoche, enojada, para desahogarse y no estrangular al padre de su bebé. Contuve la risa cuando la oí amenazarlo con mandarlo a dormir al sillón de la sala si los guardias extras que él le puso la volvían a acompañar hasta el baño.
La comprendo, pues yo pasé por lo mismo. Fue entonces cuando supe que los alfas, en lo que a protección se refiere, a veces son algo exagerados. Es en esos momentos cuando sientes la ligera tentación de estrangularlos, pero luego