Capítulo 142
Todo en ese momento se convirtió en un caos, las imágenes se me borraron de la cabeza cuando Mercurio me cubrio la boca con un paño, perdí el conocimiento mientras veía cómo me alejaba de la manada, sentía que el aire me faltaba.
Cuando abrí los ojos, ya no estaba en la boda, ni cerca de la manada, No reconocía el lugar.
Estaba en una cabaña, pequeña, rústica, en medio de un bosque que no era de mi territorio, Me dolía la cabeza y El vestido de novia estaba arrugado, sucio, y tenía tierra, para mí fue difícil entrar en si, hasta después de un par de segundos.
Y él… estaba ahí, Sentado frente a mi, mirándome con esa sonrisa de lado a lado, bebiendo una copa de whisky.
—Micaela… —me dijo apenas notó que despertaba—. Estás bien, no quería hacerte daño preciosa, Te tengo conmigo, ya estás a salvo
Me levanté de golpe, aun incrédula por lo que estaba viendo, mis manos me temblaban y sentí que me estaba enfrentando a una pesadilla.
—¿Qué haces? ¿Dónde estoy? ¡¿Qué hiciste?! ¡Tú