Capítulo 141
Narra Micaela...
Todo estaba listo para la boda, el vestido, los invitados, la ceremonia.
Peter era un buen lobo, No solo me respetaba, también me cuidaba, Me miraba con devoción, es como si yo fuera algo que merecía ser venerado incluso con todas mis heridas.
Ana era un ángel, me decía mamá sin que nadie se lo pidiera, Me abrazaba todo el día, y me buscaba cuando tenía miedo o cuando quería reír.
Me estaba devolviendo algo que pensé que había perdido para siempre: la capacidad de proteger, después de la muerte de mi bebé sentí que no podía ser una madre, y siempre me culpé por no cuidarlo.
Estábamos en el estudio de Peter, revisando los últimos detalles del evento. Todo parecía estar tranquilo, ordenado, Siempre sabía qué hacer, era de esas personas que en vez de ver un problema veía una oportunidad.
—Gracias por todo esto —le dije bajito—. Por hacerme sentir que tengo un lugar en tu manada
Me tomó la mano y me miró con ternura.
—Sé que aún no me amas —me dijo—. Sé qu