Capítulo 143
Amaneció sin que pudiera dormir realmente, me pasé la noche sentada junto a la puerta, esperando un milagro que no llegó, intenté a convencer a la loba Kiara, de liberarme, se notaba que ella no tenía la oscuridad dominante de los demás
Cuando escuché pasos acercarse, me puse de pie de inmediato, La loba volvió a entrar, está vez con el desayuno y una sonrisa cálida.
—Necesito que me ayudes a salir —le dije se nuevo —. Es la única manera de evitar que esta guerra termine en desgracia, Tengo que advertir en Russo lo que está pasando.
Kiara bajó la mirada y Negó con la cabeza.
—No puedo
—¿Por miedo? ¿O porque crees en esto? Se ve que eres una loba buena, No puedo creer que te dejes dominar por los demás.
—Amo a mi Alfa
—¿Y por qué no nos han atacado de una vez? Parecen un grupo de leones acorralando a un conejo.
—Mercurio… —dudó, luego siguió suspirando —. Es capaz de todo, La única razón por la que no ha iniciado la guerra todavía… eres tú, él necesitaba sacarte la mana