44 - Está embarazada.
Enzo estaba demasiado preocupado, desesperado. Ver a su chica así, sufriendo por un dolor, era algo que no le gustaba presenciar.
— Todo va a estar bien — susurraba en repetidas veces, mientras ella se torcía en sus brazos —. Necesito un doctor, por favor. Mi prometida se siente mal.
Rápidamente los enfermeros, la colocan en una camilla, y él médico actúa de inmediato.
— ¿Su nombre?
— Keila Nazareth Huxely — responde Enzo por ella —. Ella estuvo en el hospital por un golpe, pero le dieron el alta ese mismo día.
El médico miró la pequeña venda de la mujer y asintió, para después seguirla.
— La vamos a atender muy bien, señor.
Enzo, cansado y preocupado, se queda esperando detrás de la puerta. Recibe una llamada de su chofer en ese instante.
— ¿Sí? — responde seco. La respiración parece faltarle en ese instante.
— El cuerpo ha sido movido a la morgue. Las autoridades precisan su declaración de los hechos — El hombre soltó un suspiro cansino —. He solicitado que nada salga a la luz.
— Ir