~ Ónix
Miro a Sienna fijamente, su decisión aparentemente ya está tomada mientras se desliza fuera de la cama.
Sus iris son como brasas, ardiendo de deseo. Estoy completamente duro y desesperado por ella, pero no espero nada de ella.
Ella ya me ha dado mucho.
"No necesito nada de ti, Sienna. Solo me gusta estar cerca de ti", le aseguro, con el corazón latiendo con fuerza contra mi pecho mientras ella cae de rodillas frente a mí.
—Bueno, ¿me vas a follar esta noche? —pregunta con descaro, mirándome fijamente a través de sus pestañas oscuras.
Exhalo desde lo más profundo de mí, reinando en esa parte oscura y prohibida de mí que quiere arrojarla a mi cama para poder hacer lo que quiera con ella.
"Esta noche no. Ya es demasiado tarde para lo que tengo planeado para ti", le digo con tristeza.
Ella se muerde el labio inferior y se toma un tiempo para considerar lo que quiero decir con eso.
"Entonces, es mi turno de probarte."
Sus palabras resbalan por mi piel, apretando los dientes. Sus ded