Match para siempre
Narra Cecil
Desde el balcón, con una taza de té caliente entre mis manos, observo cómo todos corren de un lado a otro terminando de decorar el jardín para los siete años de Aurora. El aire huele a pastel y globos inflados con risas. Y yo, aquí arriba, sólo puedo sonreír.
La vida no me pudo haber dado una mejor familia. Ahora lo entiendo… ahora todo tiene sentido. El por qué nunca encajé con mis padres, por qué siempre me sentí ajena. Era porque mi lugar no estaba allí… estaba aquí.
En esta familia encontré el significado del amor. No el amor de cuentos de hadas, sino el verdadero. Ese que cuida, que protege, que permanece incluso cuando el caos se asoma. Ese que se construye todos los días entre pañales, abrazos y desayunos a medio comer.
— Mami, mami — me saca de mis pensamientos la voz dulce de mi pequeño Alex, corriendo con sus manitas entrelazadas a las de su papá, mi guapo esposo — Bebé —dice, señalando mi barriga redondita.
Nos prometimos que tres serían sufi