POV Cecil
Aunque habíamos pensado que Alex solo se quedaría conmigo una semana, quizá dos, no contamos con que repentinamente sus padres decidieron quedarse en Londres todo un mes. Así que, poco a poco, sin darnos cuenta, Alex, Aria y yo fuimos adoptando una rutina natural. Nos turnábamos para cuidarla, compartiendo las responsabilidades con la misma complicidad con la que dos padres criarían a su hija.
No puedo negar que Alex ha sido un buen compañero. Sale de la oficina a las 12 para almorzar conmigo Hay días en los que yo cocino, nada muy elaborado. Cosas básicas, lo suficiente para que podamos sentarnos juntos a la mesa. Ninguno de los dos es un experto en la cocina, pero mientras lo preparemos se pueda comer, se come, solemos decir entre risas. Lo importante fue seguir la dieta horrible que me dió el nutricionista.
Ahora estoy lavando unas frutas para comer con Aria mientras esperamos a Alex. Aria y yo compartimos un gusto particular: las fresas y los arándanos.
Poco a poco est