TINA WILLIAMS
Patrick suspiró apesadumbrado y se sentó en el borde de la cama, con toda su atención en mí. —¿Por qué insistes en tomar el camino difícil? Créeme… No me gusta lastimarte, pero… ¿qué puedo hacer si tú no cooperas?
Abrí la boca sin saber qué decir cuando de pronto recibí una bofetada que me hizo girar sobre la cama. El dolor fue tan intenso que pareció llegar con retraso hasta mi cerebro. Cubrí mi mejilla con una mano mientras sentía como el peso sobre el colchón cambiaba. Patrick se había levantado y ahora se ajustaba las mangas de su camisa, para terminar de abrocharla.
—Esta noche tengo cosas qué hacer, así que… felicidades, te salva