AMBER
— Hola, princesa Amber. Me alegro de que mi medicina te haya curado tan rápido – me dice y me ayuda a ponerme de pie.
Conozco a Lisa desde que era una niña, pero nos hemos visto pocas veces.
Me separo alerta, una mujer en la casa de mi macho no me gusta y menos una tan poderosa y hermosa.
— No tienes que estar a la defensiva, solo soy amiga de Vincent, ambos administramos el negocio del Obsidar – me explica enseguida y la verdad es que suspiro aliviada y bajo algo mi hostilidad.
— ¿Me curaste?
— Sí, cuando llegué, Vincent estaba enloqueciendo, contigo agonizando entre sus brazos… creí… me costó mucho que te soltara y dejara de gritar como un demente llorando… Por suerte siempre ando con medicina poderosa y tú eres muy fuerte.
Me dice y de imaginarme la escena siento que me desmorono de nuevo.
Miro de nuevo a mis brazos y mis piernas, también bajo mi ropa, mi cuerpo aún no se recupera de las horribles cicatrices, sin contar el destrozo dentro.
Cuánto debe haber sufrido…