NARRADORA
La caravana de mercancías venía acercándose lentamente a la entrada de la manada “Tundra Invernal”.
Supuestamente, eran las cosas compradas en la feria, porque muchos ricos no querían irse a reunir con la plebe y preferían gastarse el doble en las subastas internas de la manada.
— ¡Alto, debemos inspeccionar los productos! – un guerrero de la patrulla, detuvo la primera carreta y enseguida comenzaron a rodear la caravana entera.
— ¿Qué significa esto? Estas mercancías están bajo la jurisdicción del jefe de guerreros, ¿cómo te atreves a detenernos?
Marshall se bajó de una de las carretas y enfrentó enojado al lobo que los detuvo.
— Son órdenes de arriba, señor – el guerrero no se dejó intimidar para nada.
— ¿De arriba? ¿Quién está por encima de mi padre que puede ordenarte hacer algo, guerrero?
— Creo que puedo decir que estoy muy por encima de tu padre en esta manada, guerrero Marshall, así que baja tu prepotencia – la voz intimidante del Alfa lo aplastó sin compasión, hacié