Ser la amante mi jefe no es nada fácil, mucho menos es el haberme quedado él cuando se va a casar con su verdadero amor. He ocultado a sus trillizos durante cuatro años, en los cuales él me ha mantenido oculta y me ha echado a un lado. Un pequeño error hace que él se entere de su existencia y ahora ruegue para que nos casemos. No le importa amenazarme para conseguir su objetivo. ¿Podré aceptar su propuesta después de todo lo que ha pasado o tal vez debería escapar con mis pequeños?
Leer másAria Mientras me estoy lavando los dientes, el corazón me palpita con fuerza. Voy a volver a verlo, en la oficina, pero lo voy a volver a ver. Y el hecho de estar en mi casa antigua es lo que me pone más nerviosa y tengo una sensación desagradable de déjà vu. La situación no es igual a hace dos años, desde luego, pero la inquietud en mi pecho es más fuerte. Me he puesto este vestido para darme seguridad, pero lo único que consigo es sentir que las piernas me tiemblan. —Tengo que hacerlo por mamá —susurro cuando termino de cepillarme los dientes—. Sé fuerte, Aria, tienes que ser fuerte.Luego de guardar mi cepillo en la bolsa, me retoco el maquillaje, el cual no es exagerado, aunque sí algo más cargado que el que usaba para ir a trabajar en el pasado. Recuerdo que a Alec le gusta más que sea sencilla, así que esto es lo contrario y lo que me hace sentir mejor a mí. Salgo de la habitación y todavía noto el aroma del rico tocino que mi hermano me dio para el desayuno. Hemos tenido q
EthanCuando veo que Aria se tarda más de lo normal en salir, comienzo a preocuparme, sobre todo al verla salir a ella y ver entrar al personal médico. —¿Qué fue lo que pasó? —le pregunto a Aria, quien está llorando y no puede hablar—. Aria, ¿le pasó algo a nuestra madre? —Ella… Ella… Aria se echa a llorar de nuevo y me abraza, lo que no me da buena espina y hace que mi corazón se acelere tanto que me arde el pecho. ¿Mi madre ha muerto sin que yo pueda entrar a verla? No me extrañaría, mi vida siempre ha sido una mierda en ese sentido, se lleva todo lo bueno que me puede suceder. Es por eso que cuido de la abuela y de Aria y a mis sobrinos con mi vida, también procuro la relación con Jackson. Ellos son lo único bueno que tengo y no los quiero perder. La familia Mills es la mía, por fin me siento parte de algo, aunque legalmente no sea así. —Aria, por favor, dime lo que ha pasado —insisto sin soltarme de su abrazo. —Mamá se despertó —me suelta—. Los doctores la quieren revisar, p
Alec La semana que debo esperar es completamente espantosa y durante el transcurso de esta me pregunto muchas veces si voy a poder sobrevivir. La primera cosa que descubro cuando puedo librarme un poco de Natasha para irme a «descansar», es que Jackson ni su familia están en casa. Cuando voy en busca de sus familiares, estos están reacios a decirme a dónde se fueron, y me echan ofendidos de aquella tienda cuando les ofrezco dinero para que me faciliten la información. Todo esto me confirma de nueva cuenta que Jackson y su mujer siempre lo supieron todo y solo fueron los malditos cómplices de Aria. Mi propia familia también lo supo siempre y, aunque nadie tenía por qué ayudarme porque siempre negué a Aria, me siento traicionado. Parte de mí se cuestiona si habría hecho algo para ayudar a la abuela o a Ethan, y me desespera pensar que no es así y que yo me he labrado de una forma espantosa mi destino. No soy dado a asumir mis culpas, pero las circunstancias y todo mi dolor me est
AriaViajar tantas horas por carretera y luego en avión me tiene agotada, pero al mismo tiempo no creo ser capaz de dormir. La idea de volver a ver a mi madre, y en circunstancias lamentables, me tiene con los nervios destrozados y con ideas bastante retorcidas sobre no querer vivir esto. Amo a mi madre, daría lo que fuera para que estuviera bien, pero odio sentir este dolor, odio saber que voy a perderla otra vez.—Aria, ¿estás bien? —me pregunta Ethan cuando estamos en camino a aquel hospital.La ciudad es bastante gris y con poca población. Esta es la clase de lugar en donde no pareciera poder florecer nada, ni siquiera el buen humor.Es como un mundo paralelo a Ravenswood.—No, ¿y tú? —le digo en voz baja para no despertar a mi padre, quien está durmiendo por lo agotado que está.Durante estos días no solo ha tenido que venir aquí, sino que está cumpliendo a cabalidad con su papel de abuelo. Los niños, incluso hasta Alec, lo han aceptado demasiado bien y les agradan todas las histo
AriaApenas y puedo creer que todo esto esté pasando, pero de todos modos me dirijo hacia el despacho para hablar con Julia, cosa que veo más que necesaria para poder entender el comportamiento de mi hermano, el cual no quiso desayunar con nosotros cuando lo que más ama es compartir con la familia.—Natasha técnicamente perdió un embarazo, solo que no había un bebé —me informa—. Alisson va a publicar que ella perdió un hijo para intentar herirte, pero no es así. —¿Un embarazo sin bebé? ¿Tan solo el saco o algo así? —pregunto, sintiendo pena por ella.—No, lo que ella tiene se le conoce como embarazo molar. Es un tumor a causa de un embarazo que no se dio. En fin, no vamos a ponernos técnicas.—Ese bebé era de Alec, ¿cierto? —pregunto nerviosa. —Podría ser de Ethan. Natasha llevaba meses sin periodo menstrual, querida. El médico me tiene bien informada. Pero no te puedo mentir, el embarazo pudo haber sido a causa de cualquiera de los dos. Bajo la cabeza, asintiendo. Me encantaría que
EthanHoras antes Mi angustia cada vez va más en aumento. Por lo poco que me ha explicado la abuela, Natasha ha tenido un aborto, lo que significa que ella estaba embarazada de Alec o, si era mío, ha sido un parto. Hace más de cinco meses que no la toco, así que es poco probable que sea mío, aunque mi corazón me insista en que Natasha no pudo haberse acostado con su marido.—¿Estás seguro de que quieres entrar? —me pregunta la abuela cuando viene a mi auto. Al final ha decidido no irse del hospital para esperar por mí—. Tiene a mucha gente encima. —Pero hablaste con los doctores, ¿no es así? —Sí, y está todo listo para que entres a verla con ese traje especial. Se le dirá a Alisson y a Alec que eres el obstetra y tienes que revisarla. —Bien. Sigo sin bajarme del auto, destrozado ante la idea de lo que me voy a encontrar. ¿Qué voy a hacer si me entregan a un hijo mío muerto? ¿Cómo podré pedirle perdón y cómo voy a justificar a su madre? Siento que estoy odiando a Natasha con todo m
AriaDespués de esa llamada y de que mis trillizos se duermen, me enfoco obsesivamente en leer los estados financieros de uno de los restaurantes de Ethan, con el cual hay algunos problemas a causa del aumento de costos. Tratar de mantener buenos precios, a pesar de eso está resultando un poco complicado, y considero que debemos buscar alternativas que no afecten la calidad de la comida. Es algo muy difícil, pero tengo algunas propuestas de proveedores para él. Pese a mi concentración, cada poco tiempo pienso en Alec y en esa llamada. También reviso mi celular para verificar que no tenga llamadas de él. Ethan puede ser mi hermano, pero me siento un poco infiel por esto, por fantasear con que Alec me enviará mensajes. —No, no puedo desear eso —susurro antes de cerrar la computadora—. Él es mi pasado, y ahora tengo que centrarme en mi presente. Estiro las piernas, y siento que la circulación poco a poco me regresa al mover los pies. He hecho esto justo a tiempo, antes de comenzar a se
AlecHaber arrebatado el celular a la abuela cuando ella viene a preguntar por la salud de Natasha, me parece la mejor idea hasta que Aria me responde con total frialdad. Lo único positivo es que ahora tengo su número y que podré localizarla. Además, pude escuchar su voz. Es ridículo, pero eso me da más fuerzas para continuar con el dedo en el renglón.—Ahí estás, ladrón de teléfonos —me dice la abuela, caminando por el pasillo—. Dame eso.La abuela me arrebata el celular y me mira furiosa.—Deberías atender a tu mujer, que no la está pasando bien con su aborto.Me quedo callado y no la desmiento. En realidad, no ha sido ningún aborto, sino que le han extirpado un tumor, producto de un embarazo que no se dio. Sin embargo, puedo usarlo a mi favor, porque era un hecho que Natasha se quedó embarazada, aunque no fuera un bebé lo que se formara en su vientre.—Claro, atenderé a mi esposa y la consolaré por la pérdida de su hijo.—Era tu hijo.—Claro, mi hijo —sonrío con sarcasmo.—Ante la s
AriaMis pequeños se muestran mucho más felices que cuando me los encontré en las escaleras, sobre todo Alec, que ha podido dormir plenamente en mis brazos. Julia tuvo que informarme que él no pasó una buena noche, así que después de almorzar todos nos vamos a dormir de corrido hasta casi la hora de cenar.Yo me despierto antes que mis tres tesoros, los cuales duermen alrededor de mí. Jack está a mis pies, con las piernas subidas en las mías; Juliett está sobre mi barriga, y sus pies apuntan hacia el extremo de la cama. Alec duerme acurrucado contra mí, como si fuese un bebé pequeño. Verlos así me llena de ternura y me hace olvidar por un instante todo lo que ha sucedido.—Mis tesoros —susurro—. Lo son todo para mí.Alec abre los ojos en ese instante. No dice nada, pero me mira fijamente, derritiéndome de amor, pero también poniéndome nerviosa. Cada vez que hace eso me recuerda a su padre, y ahora más que nunca me afecta. Aun así, le dedico una sonrisa amorosa y acaricio su cabeza.Él