Mundo ficciónIniciar sesiónLa visión los golpeó como un tsunami.
Kael apenas tuvo tiempo de registrar el tirón en su mente antes de que el mundo se desdibujara, la obsidiana negra de los túneles derritiéndose en un torbellino de luz y color que lo dejó sin aliento. Sintió que caía—o tal vez volaba—a través de capas de tiempo y espacio, cada una más antigua que la anterior.
Y luego estaba parado en un templo que no había existido en seiscientos años.







