Cap. 122. Cuando el miedo supera al poder.
POV Alexandros.
Realmente me molestaba el bullicio. Esa mezcla de risas fingidas, saludos hipócritas, de líderes que se acercaban con sus palabras vacías.
Me asfixiaba estar rodeado de buitres con perfume caro.
Todo lo que quería era irme. Escapar de esa maldita fiesta sin sentido. Pero no podía. No sin Maite.
Había dicho que iba al baño… pero ya habían pasado más de diez minutos, que para mí era como una eternidad.
Miré mi reloj. Una vez. Luego otra. Y otra. Las manecillas se movían lentas y burlonas, como si quisieran poner a prueba mi paciencia.
—Mierda… —murmuré.
Mi mandíbula se tensó. Busqué con la mirada entre la multitud, pero no había ni rastro de ella. Me giré justo cuando Nikos apareció a mi lado, impecable como siempre, con ese aire despreocupado que a veces me daba ganas de partirle la cara.
—¿Para qué demonios quieres pruebas contra Elías? —preguntó, directo, como siempre.
No me sorprendía. Le había ordenado investigar todos los negocios ilícitos del padre de Helena. Cad