SIGUE NARRADOR
En la casa de Sebastián sus perros labradores correteaban por doquier felices con su amo amoroso. Los llamo a la cocina para darles sus alimentos, los dejo comiendo y subió a su habitación para alistarse, pues iba a visitar al exesposo de su amor. Dio un último vistazo al espejo que reflejaba su semblante, su atractivo. Levanto ambos pulgares y soltó un "listo".
Salió de la habitación muy alegre, bajo las escaleras y salió dejando su casa muy segura, porque sus canes estaban entrenados, quien quisiera entrar se llevaría una dolorosa sorpresa, pies sus perros eran muy silenciosos y te dabas cuenta muy tarde que había perros en casa. Subió en su auto, lo encendió y comenzó a manejar, iba disfrutando el paisaje, puesto que la dirección que le había proporcionado Serena era en un sitio muy lujoso y muy lejos.
Casi una hora demoro en llegar, al llegar a los portones atisbaba con admiración la inmensa mansión de Danko. Fue recibido por los guardias, Carl pregunto el motivo de