NARRA MIJAÍL
Ver a mi primo sufrir es lo que más me molesta. Nos libramos de dos malditos que hicieron mucho daño a su esposo y a su yerno. Sin embargo, han quedado secuelas. Salí en búsqueda de un amigo que es psiquiatra, es especializado en estos casos, usa el hipnotismo, ha tenido buenos logros en su campo. Ojalá estuviera en el país, porque alguien me informó que había salido, pero que no estaba muy seguro
Con gran esperanza llegué a su centro psiquiátrico. Al entrar, me encontré con su recepcionista, una bella mujer que alguna vez la tuve en mis brazos. Al verme me reconoció y no me dejo ni siquiera saludar cuando su cuerpo choco con el mío y su boca cuál sanguijuela se pegó a mis labios para comerme con un beso delicioso y yo que soy un hombre muy tranquilo (sarcasmo) la bese con locura. Lo bueno de todo esto es que en ese momento nadie se encontraba ahí
Terminé con el beso sin ganas de hacerlo; sin embargo, yo venía por mi primo y el problema con su esposo. La miré con una leve