NARRADOR
En otra parte de la ciudad se encontraban Serena y Sebastián en la sala conversando cuando un barullo de voces infantiles se oyó, pasos pequeños retumbaban y las vocecitas hablando
—Ay, no, deje mi Superman en la casa de mi abuelito
—Yo sí traje todos mis muñecos
—Yo me traje la consola para jugar videojuegos
En cambio, de la escalera se escucharon unos gritos infantiles llenos de alegría
—Los primos
—Vienen a jugar
—Los tíos vinieron
Por curiosidad salieron de la sala para ver y se encontraron con muchos niños abrazándose y hablando entre ellos liderados por la pareja de Danko hijo y Nicolás que pidieron
—A ver todos, vámonos arriba a la habitación de los trillizos para que jueguen
—Yo les voy a llevar botanas y chocolate caliente
Los niños no miraron a nadie, simplemente corrieron hacia la parte de arriba a toda prisa gritando de felicidad. Serena y Sebastián se miraban alegres y ella soltó
—Mi amor, cuando tengamos nuestros hijos, esta es la vida que quiero que disfruten,