Hay una delgada línea entre una mentira y la omisión de la verdad, omitir información del hombre del que estás completa y perdidamente enamorada, tenga esposa y una hija ¿es una mentira? La vida de Edward había sido triste y sombría por muchos años, hasta que un par de ojos verdes y vivarachos le mostraron muchas cosas que él desconocía, así como el amor, pero también dándose cuenta de que ese mismo amor, lo cegó totalmente. Edward olvidó decirle a Vivian un pequeño detalle, era casado y tenía una hija. Vivian aprendió que un hombre amable también puede ser un completo imbécil. Decidida a hacer su pasantía a otro estado, se marchó en cuanto pudo, estando allí se dio cuenta de que, estaba embrazada. Edward decidió terminar su matrimonio por contrato y luchando por la custodia de su hija, cuando quiso buscar a Vivian, ya era tarde, se había marchado. Pero el destino es caprichoso y las almas gemelas siempre suelen encontrarse, pese al pasado que los espina en el corazón, aun con el pasar de los años. Vivian regresa a la ciudad por un nuevo trabajo, llevando consigo a un niño pequeño. La hija de Edward es toda una adolescente en búsqueda de proyectos filantrópicos, mismos que la llevaron a renunciar a su trabajo, conociendo al instante a Vivian y siendo su nueva niñera. ¿Qué pasaría si Edward se entera del regreso de Vivian? ¿Qué pasaría si Vivian se entera que su niñera es hija del padre de su hijo? De todo corazón, todavía que te amo.
Leer másNueva York, enero 2019
Edward Decksheimer, el CEO de arquitectura más importante de todo Estados Unidos estaba en la misma sala que yo el día que nos conocimos, donde me había enterado que sería el padrino de graduación de mi generación, él no se había sentido bien y me ofrecí para ayudarlo.
Pasmado, sudoroso, demasiado nervioso, esos eran sus síntomas, pero intenté calmarlo, seguro había tenido uno de esos ataques de ansiedad o algo por el estilo, sin embargó huyó de mi lado en cuanto pudo. A pesar de que me preocupe y de haber preguntado a mis directivos sobre el estado del señor Decksheimer, nadie pudo darme razón de él.
Hasta que volví a verlo de camino a la dirección del decano.
—¡Señor Decksheimer, que gusto volver a verlo! —le dije con alivio.
Edward es muy guapo, su cabello castaño claro muy bien peinado, su rostro limpio y fresco, aunque su mirada siempre había sido desconfiada, al igual que sus muecas, a mí me parecía que era un hombre demasiado experimentado y era obvio que sus experiencias habían sido así de celosas, así que intenté no presionarlo.
El tragó en seco.
—Lamento haberme machado de ese modo, señorita…
Qué lindo, es muy educado.
—Chadburn, Vivian Chadburn.
—Me disculpo, señorita Chadburn.
Guapo y caballeroso, ¿podía ser más perfecto?
—Puede decirme Vivian—o el amor de tu vida, pensé mientras le sonreía anchamente—y lo disculpo, ¿Qué le parece si lo invito a tomar un café?
Él pareció contrariado.
—¿Usted invitándome un café? —dijo estupefacto.
Me peiné el cabello tras mi oreja sin dejar de mirarlo.
—Sí, ¿por qué no?
De más está decir que aceptó y esa fue la primera de muchas salidas.
Edward no solo es guapo, sino que inteligente y muy interesante, era genial hablar con alguien de tantas cosas. meses No imaginé que tres meses despues, al conocer a este extraordinario hombre terminaría perdidamente enamorada de él.
Las frías mañanas de Nueva York al despertar, escuchar el crepitar de la leña al fuego de la chimenea falsa, pero aun así sentir el calor, enredados en una manta de pelo blanco.
Es maravilloso estar envuelta en sus brazos.
—Te amo, Vivian—murmuró en mi oído.
—También te amo, Eddy.
La magia de nuestra preciosa mañana tuvo que ser interrumpida por el estridente sonar de mi celular.
Gruñí y fui a contestar. Era Cass, mi amiga, estaba tentada a dejarla así, pero algo me decía que no era normal que ella llamara tan temprano.
—Es urgente—chilló en cuanto contesté, parecía que lloraba, así que asusté.
—Voy para allá.
Comencé a levantar mis cosas.
—Quería que pasáramos el día juntos—dijo Edward.
Al girarme para verlo, me encontré con la más encantadora de las vistas.
Un Adonis somnoliento que me miraba con deseo, la manta de pelo apenas y le cubría las caderas, su bien trabajado cuerpo no hacía más que tentarme a quedarme un rato más y lanzarme a sus brazos.
—Quédate—me suplicó, sus penetrantes ojos castaños se habían ablandado hasta parecer los de un cachorro.
—Eres tan lindo—me agaché para besarlo—pero no puedo, ¿cenamos?
Soltó un suspiro.
—Está bien, pasaré por ti…
—No, es mejor que llegue, ¿no te parece?, así Cass no pensará que la estoy dejando por ti.
Soltó una carcajada, pero acepto.
—Entonces te veo en la noche.
Fui hacia la puerta, pero entonces sentí que corría hacia mí, me atrapó por la cintura y me giró hacia él
—No olvides que te amo—me besó por última vez y dejarme ir.
Nadie nunca sale de su hogar sin saber que ese día será el regresará con el corazón roto.
Esperé a Edward fuera de nuestro restaurante favorito, llevaba unos minutos de retraso.
Por las prisas me choqué con una mujer, una mujer muy elegante que me miraba con desdén.
—Disculpe.
—No tengo nada que disculparte, golfa—gritó furiosa.
De pronto sentí como el calor me abrazaba, ¿Quién se creía para ofenderme?
—Señora, no permitiré que me ofenda…
—Eso y más te mereces, zorra quita maridos—se abalanzó hacia mi intentando tomarme del cabello, pero empujé sus manos lanzándola un par de pasos hacia atrás.
—Señora si no se calma llamaré a la policía—levanté las manos para que entendiera que no le haría daño.
Ella se acomodó el cabello rubio hacia atrás y se sacudió el saco, elevó el mentón demasiado y mostro el pecho.
—¿Qué no sabes quién soy? puedes llamar a la policía, no me harán nada, al contrario, se irán contra ti, m*****a puta.
Tomó su bolso y me lo arrojó a la cabeza, sin darme tregua a sobarme el golpe, se volvió a abalanzar hacia mí.
—La pagarás, zorra maldita—me dio dos bofetadas.
La sangré hirvió bajo mi piel, y le devolví el golpe, un puñetazo en la mandíbula, ella trastabillo hacia atrás y cayó de espaldas, bien, un solo golpe bastó para dejarla sedita.
—¿De qué demonios habla? explíquese antes de que pierda por completo los escrúpulos.
Ella se rio.
—Tú no tienes escrúpulos, eres una cualquiera—se levantó—¿Cómo te atreves a golpear a Joshepine Decksheirmer?
Di un paso hacia atrás, sentí como si mi sangre se hubiese congelado, ¿Decksheirmer?
—No… eso no puede ser…
—¿Qué? ¿ahora te vas a hacer la inocente? —se burló, levantó una mano anillada—, yo soy la esposa de Edward Decksheirmer—presumió—, tú solo eres una m*****a resbalosa, una víbora que quería separar a mi familia.
—¿Familia? —la voz me tembló, mi cuerpo temblaba por completo, sentía las palmas sudorosas.
—No dejare que nos separes, mi hija no será perjudicada por una zorra como tú—señaló hacia atrás.
Vi apenas un rostro escondido tras los pilares de la fachada del restaurant, y como si de una visión borrosa se tratase, Edward estaba paralizado a un par de metros de nosotras.
Mi corazón no podía contener más, pude sentir como se fraccionaba y en un milisegundo, aquellos fragmentos se rompían por completo
Edward Decksheimer, el amor de mi vida, me había usado, me había mentido, se había burlado de mí.
No iba a ser la causante de una separación familiar.
Nadie se burlaba de mí.
Di media vuelta.
Quería odiarlo, quería obligarme a hacerlo, pero no podía … dos meses despues me enteré que en mi vientre crecía el fruto de nuestra unión, a pesar de todo… todavía lo amaba.
Fráncfort de Meno, Alemania, abril 2022. VivianLlevamos una semana aquí en Fráncfort, apenas nos hemos acostumbrado a la nieve, cuando para la ventisca, salimos al jardín, siento que la nieve aquí es más fría.Pero vimos el lado bueno y decidimos disfrutarlo.Jack salta entre la nieve y hace angelitos.Elle… se toma muchas selfies y graba muchas historias, desde una insignificante lluvia de nieve, hasta arrojarle bolas de nieve a Jack.Los días que no hizo tanto frio, pudimos salir a pasear, desde un almuerzo elegante, hasta una obra de teatro de Peter Pan para todo público, realmente lo disfrutamos, Edward se esforzó bastante en distraernos.Para el día viernes nos dio la gran noticia.—Regresaremos a casa.—Al fin—bufó Elle, con su total tinta de adolescente.—¿A dónde? —completamente inocente.Para mí, aunque la noticia fuese maravillosa, no me resultó por completo un alivio, algo en mi me decía que… bueno, no me decía nada, pero me parecía que había una espinita enterrada en mi
Fráncfort de Meno, Alemania, abril 2022. VivianElle, Jack y yo pasamos todo un día durmiendo en la habitación principal, una porque estábamos cansados, otra porque hacía un tremendo frio de mierda.Cuando mi espalda dolió demasiado me tuve que levantar, me di una ducha de agua hirviendo y me arropé lo necesario para sobre vivir.Era una casa enorme, me gustaba como resonaban mis botas al caminar, busqué a Edward, ni siquiera sabía qué hora era, o que día. No me había sentido tan confundida desde que combiné tequila y vodka en la preparatoria.Arrastré mi trasero confundido hacia el piso de abajo, en donde varios empleados se encontraban limpiando y decorando, los veía con sus ropas un poco más ligeras que las mías. —Disculpé—llamé a una mujer que iba pasando, esta se acercó—¿sabe dónde se encuentra Edward?Ella me miró confundida, luego, le cruzó una idea, le brillaron los ojos.Me hizo señas para que la siguiera.Sería una buena idea que fuese aprendiendo un poco de alemán, no sé
—Ya deja de suspirar Romeo—le palmee el hombro a Chad—, ellos volverán, son vacaciones.—¡Ni siquiera pude tener su Instagram! —chilló—, o su Snap, nada de ella—se quejó con drama.—Oh, estos jóvenes—ahora se quejó Félix con un bufido—, creen que el amor va a encontrarse en esas simples redes sociales, cuando hay todo un modo allí afuera.—Lo dice porque usted ya es anciano y su única comunicación eran las cartas.Félix le lanzó una barra de mantequilla.—Ten más respeto, niño.—Ya, ya, basta de pelear—los separé—, ella volverá, Chad, solo tranquilo—me volví hacia Félix—, compréndelo, el pobre sufre por su primer amor.—Yo solo digo que, si la chica le gusta, debería hacer algo, nada es imposible.—Oh, ese es un excelente mantra para hoy—les dije.Salí de la cocina y fui hacia afuera donde estaba nuestro menú de hoy en el letrero de pizarrón negro, escribí esa frase “nada es imposible”—¿Nada es imposible? —preguntaron tras de mi, no tuve que girarme para saber quién era.—Es nuestro
Nueva York, Brooklyn, abril 2022. VivianUna maleta, para mí y para Jack, Edward apenas una maleta colgante y Elle una mochila, la señora Baley traía una maleta.Con solo eso nos fuimos al aeropuerto.El día anterior me había despedido de Cass.hubo muchas lágrimas.—¿Por qué tienes que irte?—Será poco tiempo.—Y eso qué—chilló—, no tenerte por aquí es como un café sin azúcar.—¿Un expreso o un américa?—Hay, sabes a que me refiero—me golpeó la espalda—, ¿estás segura de que solo será poco tiempo?—Si, hasta que Edward arregle los asuntos de la herencia—mentí—, después regresaremos.—¿Por qué tienen que ir ustedes?—No quiere dejarnos, además, serán como unas vacaciones—lo excusé.—Asegúrate de traerme algo.—¿Una vajilla nueva?—Uf, sería genial.—Hecho.Así fue nuestra despedida.En mi bolso de mano, provisiones para pasar ocho terribles horas de vuelo, no era la primera vez en un vuelo para Jack, ya habíamos hecho uno cuando viajamos de Kentucky a Nueva York, pero, era muy poco t
Nueva York, Brooklyn, abril 2022. VivianJack estuvo rebosante de felicidad por que viajaríamos, pero él pensaba que serían vacaciones, así pretendí dejarlo hasta que estuviésemos lejos, unas largas vacaciones.Elle… en este tiempo que llevo conociéndola sé que es muy expresiva, de cierta manera me recuerda a Jack, pero, estos años de vida la sabiduría nadie me lo quita, se cuando alguien miente, digo, he tratado con muchísimas personas.Ella fingió sorpresa, ¿Cómo podría saber que estábamos a punto de irnos? ¿Y después de eso parecer calmada?Cualquier adolescente hubiese explotado, por que separarlo de su habitad social es lo peor que puedes hacer (después de quitarle el celular, claro), yo también fui adolescente y rebelde, pero ella me desconcierta por que no está reaccionando de una manera esperada, y creo que también Edward lo piensa.Dejé que Edward ayudara a Jack a bañarse y luego arroparlo.Por mi parte decidí hablar con Elle, cruzando los dedos con que esa actitud pasiva, f
Nueva York, Brooklyn, abril 2022. Vivian—Tengo algo que decirte—me dijo, acarició mi brazo, me removí en las sabanas.—¿Sobre qué?Dejó caer el mentón en mi cuello, llevé mi mano hasta su barbilla y la acaricié.—Hay, un problema—detuve mi toque—, debemos irnos a Alemania por un tiempo.Me quedé quieta, sentí como todo mi cuerpo se estremecía.—¿Por qué de repente?—Alguien pagó la fianza de Josephine—me giré para mirarlo a la cara—, ella está libre.—¿Qué?, se supone que debería esperar hasta el juicio, ¿Por qué tenía fianza?—Básicamente no cometió un delito grave—soltó—, pero, quiero ponerlos a todos a salvo, solo hasta que las cosas se tranquilicen.—Es… es una decisión bastante apresurada, no creo que esa mujer…—pero no pude terminar, recordé sus palabras, amenazándome, lamentablemente vio a mi hijo, esa mujer puede cometer un grave delito y yo con ella si se atreve a acercarse a mi hijo—, olvídalo, si creo que pueda hacer algo.Me acarició la mejilla.—Eso no es todo.Trague e
Último capítulo