VICTORIA
En vez de ayudar, de auxiliar, a algunos se ríen, solo mi suegro, se atrevió a acercarse y socorrer a mi grandote.
—Deberían dejar de reírse y ayudarme— Ahí, si reacciona, proceden a subirlo al sillón, y mi hijo nos sigue, tomando de las mejillas a su padre.
—Papi, despierta, no te duermas, mami, hay que echarle agua como en las películas— ¡Sí! Gritan todos y hacen porras, como burlándose de mi pobre esposo, justo en ese momento empieza a dar señales de que está despertando.
—¿Qué sucedió? ¡Papá! ¿Cómo pudiste? O sea, sí sé cómo, pero ¿a tu edad?.
—En vez de criticarme, deberías felicitarme, tu viejo aún puede
Ahora soy yo la que no puede evitar la risa. La pobre Charlotte se tapa la cara de la vergüenza, mientras Bastian sigue procesando todo y le alcanzan un vaso con agua. ¡Pobre mi grandote, sigue sin creer que tendrá un hermano, pero sí me pongo a pensar, por la edad de Charlotte! Puede haber algún riesgo
Dejo a mi esposo que está hablando con su padre, como si fuera el p